Ya se había dicho en el primer Sterile Aufgeregtheit que el Boom Revocatorio es el Boom de las Nuevas Elecciones (NEM) y que en caso de la victoria del NO, que en esta caso ha sido parcial, conllevaría sólo a afinar el mecanismo de la revocatoria sin cuestionar el problema de fondo: La Representación Política Peruana.
Lo cierto es que, los políticos han decidido echarle una "manita de gato" al tema y como siempre no resolverán nada porque no quieren ceder su plato de comida.
Es necesario entender que la Revocatoria en Lima fue posible por el diseño institucional, por el contexto y por la coyuntura política. Resumo:
- El diseño institucional nos dice que podemos revocar sustentando cualquier motivo y acompañando la solicitud de revocatoria con el 25% de firmas de ciudadanos de la población electoral de la última elección ó 400 mil firmas.
- El contexto es de inestabilidad permanente, en donde los ciudadanos no se sienten identificados con alguna propuesta política. Existe un alejamiento entre los ciudadanos y el estado y las organizaciones políticas no canalizan demandas, no gestionan y no cuentan con respaldo institucional (mas que su papel mojado en tinta de inscripción en el ROP). Esto hace que nuestra ciudadanía tenga un rechazo hacia la política. En Lima, además, el crecimiento desordenado de la urbe, el transporte en Lima, la delincuencia en las calles son problemas estructurales.
- La coyuntura basada en una gestión municipal que no ha podido comunicar lo que hace o lo que dejó de hacer o lo que está en trámite o lo que nunca hizo. Susana Villarán se dedicó ha meditar y pronunciarse sobre temas de la agenda nacional que ella no marcaba. Además de inaugurar obras que no existían, que estaban a media "caña" o nunca funcionaron. Este fue un caldo de cultivo para los ansiosos y optimistas revocadores.
Lo que se quiere hacer es modificar el diseño institucional sin considerar el contexto, simplemente responde a la coyuntura... la coyuntura de Lima. Se está asumiendo este problema como se asumió el proceso de la violencia política del país en un principio: desde Lima y sin ver qué había más allá de sus narices. No se quiere comprender el fenómeno real del problema.
Los peruanos hemos demostrado ser "tromes" falsificando firmas, sino veamos a Toledo, Fujimori, Cambio Radical, entre muchas otras organizaciones que tuvieron sus casos de fábricas de firmas o se inscribieron "de la nada". También los peruanos somos "tromes" juntando firmas como los FONAVISTAS (sí, están tramitando su inscripción de nuevo). Elevar el porcentaje o el número de firmas no es la solución, si elevamos el número de firmas al 50%, que es lo mismo que poner una barrera de 1 millón de firmas (el revocador necesitaría al menos recolectar 3 millones de firmas y eso es la mitad de Lima), no tendría sentido realizar una consulta popular. Si fiscaliza un notario o se pone a un fiscalizador de firmas, en realidad resultaría lo mismo en la práctica.
Ahora, los "perdedores" de la revocatoria que asumen una posición radical dicen que es necesario eliminar la revocatoria "fujimorista" de la constitución, saliendo en contra de este derecho de control ciudadano sobre la autoridad. Ponerle más candados a la revocatoria no significará que se mejorará la institucionalidad del país. No garantizará que las organizaciones políticas respeten la democracia interna, que tengan comités a nivel nacional, que se pronuncien en temas de interés público y canalicen o estructuren problemas sociales. Eliminar la revocatoria no hará que las municipalidades publiquen toda la información que tienen en los portales de transparencia, por ejemplo.
La revocatoria es un cuestionamiento político bajo motivaciones objetivas ¿Creen que Marco Tulio haya juntado tantas firmas e impulsado una campaña si Susana hubiese obrado bien? Con la revocatoria no cuestionamos la victoria electoral de un candidato, sino el modo de obrar de esa autoridad.
Léase con la voz del Patrón del Mal: "Oiga mi'ja, usted debe de entender que el sistema de representación está podrido. Déjese de juntar con tanto berraco en contra de la revocatoria, déjese de tanta huevonada, de tanto lloriqueo que la revocatoria está derramada y póngase a trabajar."
Ahora, los "perdedores" de la revocatoria que asumen una posición radical dicen que es necesario eliminar la revocatoria "fujimorista" de la constitución, saliendo en contra de este derecho de control ciudadano sobre la autoridad. Ponerle más candados a la revocatoria no significará que se mejorará la institucionalidad del país. No garantizará que las organizaciones políticas respeten la democracia interna, que tengan comités a nivel nacional, que se pronuncien en temas de interés público y canalicen o estructuren problemas sociales. Eliminar la revocatoria no hará que las municipalidades publiquen toda la información que tienen en los portales de transparencia, por ejemplo.
La revocatoria es un cuestionamiento político bajo motivaciones objetivas ¿Creen que Marco Tulio haya juntado tantas firmas e impulsado una campaña si Susana hubiese obrado bien? Con la revocatoria no cuestionamos la victoria electoral de un candidato, sino el modo de obrar de esa autoridad.
Léase con la voz del Patrón del Mal: "Oiga mi'ja, usted debe de entender que el sistema de representación está podrido. Déjese de juntar con tanto berraco en contra de la revocatoria, déjese de tanta huevonada, de tanto lloriqueo que la revocatoria está derramada y póngase a trabajar."
