¿Qué pasará con el "Chavismo" sin Chávez?


El día de ayer, a través del pronunciamiento del "presidente" Nicolás Maduro, se dio a conocer el fallecimiento del Sr. Hugo Chávez Frías, ex-golpista del año 1992 en Venezuela y presidente por 14 años del vecino país. La gran pregunta que muchos se hacen es qué pasará ahora. Lo cierto es que el fallecimiento Chávez implicará cambios no sólo en Venezuela, sino en la región.

El chavismo es una síntesis del nacionalismo primariamente planteado por Chávez y el socialismo impregnado durante su proceso de empoderamiento (ya sea por los movimientos y organizaciones de izquierda venezolanos o por la influencia de los Castro en Cuba). Esta aplicación latinoamericana de un pensamiento nacional, socialista y populista se ha reflejado en el estatismo de las principales fuentes de producción nacional, en el control de los poderes del estado, en la represión "sutil" a los medios de comunicación y actores de la oposición, la creación de un sistema asistencialista que degenera en el clientelismo puro de masa electoral fiel y en elecciones competitivas que buscan el ejercicio del poder.


Es necesario comprender que el gobierno de Chávez fue Autoritario y que las elecciones servían para legitimar las relaciones de poder existentes, relajar la política hacia adentro, mejorar la imagen de Venezuela hacia afuera, dejar que la oposición se manifieste (al menos en parte) y reajustar el poder estructural a fin de afianzar el sistema. Es decir, las elecciones como método democrático también son utilizadas en sistemas autoritarios; pero cumplirán con otras funciones como las mencionadas lineas arriba (véase Nohlen, 1998).

Venezuela está sobreviviendo en una crisis económica y política. Los niveles de inflación superan los dos dígitos y su economía es dependiente del petróleo. ¿Quién debe asumir ahora los errores del modelo chavista?

Lo mejor que le puede suceder al chavismo para que sobreviva y perdure en el tiempo es que la oposición gane las siguientes elecciones, vire el sistema económico al libre mercado, inicie el proceso de transición a la democracia y persiga políticamente a los principales cuadros chavistas. De ese modo, la masa disciplinada e indentificada (y a la vez hambrienta de poder) del chavismo consolide su unidad a partir de una imagen mítica de Chávez, de la nostalgia del sistema asistencialista, de la fuerte ideología del "socialismo del siglo XXI" y de la persecución que evidentemente haría la oposición. Los grandes movimientos de la región se han forjado en esa línea, el peronismo ha sido uno de ellos y el fujimorismo está en pleno proceso. El aprismo pasó por una crisis similar y hasta el día de hoy sobrevive. Ya varios autores en Ciencia Política han logrado encontrar algunas condiciones en las que un movimiento personalista probablemente se constituya en una organización política debidamente institucionalizada.

Por otro lado, el oficialismo ha manejado muy bien la "pasión y muerte" de Chávez puesto que les ha permitido mantenerse en el poder durante tres meses. De hecho, la convocatoria temprana a elecciones evitará que el movimiento chavista se congele y que consolide la unidad. Aquella unidad cuestionada por los celos y enfrentamientos entre Maduro y Cabello; aunque eso significaría asumir los errores del modelo económico en los próximos años.
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