Lima y el Boom Revocatorio

La Revocatoria en Lima es uno de los principales temas de discusión en los medios de comunicación, las redes sociales y la calle misma. Se ha generado, como es evidente por la naturaleza propia del proceso, un escenario polarizado en una ciudad de más de 8 millones de habitantes.

La Revocatoria es un mecanismo de control ciudadano, para la jerga accountabillity vertical, es decir la autoridad electa se ve controlada en el ejercicio del poder por los propios ciudadanos "de abajo hacia arriba". Cabe mencionar que hay otros mecanismos de control ciudadano como la demanda de rendición de cuentas, la remoción de autoridades (para aquellas designadas por el Gobierno Central), entre otras. La aplicación de los mecanismos de control ciudadano son una evidencia para afirmar que nuestro sistema es democrático, así que debemos sentirnos alegres por ello.

La Revocatoria en el Fujimorismo

La Revocatoria en el Perú fue planteada en la Constitución de 1993, tal vez con la idea de mejorar la calidad democrática o desestabilizar los gobiernos locales de los partidos y actores de oposición. Cambio 90 - Nueva Mayoría oscilaba intervenir en las elecciones locales puesto que no tenían capacidad para conseguir a 10 mil personas para que compitan en estas elecciones y por ello no participaron en las elecciones del 1992, sin embargo C90-NM participó en las elecciones de 1995 en 8 alcaldías y en 1998 generó el conocido Movimiento "Vamos Vecino". Tal vez quienes pueden dar más detalles de esta discusión del Fujimorismo y los espacios locales son Martha Chávez (anti) y Absalón Vásquez (pro). Lo cierto es que  las pretensiones fujimoristas de tener presencia en los espacios locales fueron reales. La revocatoria es detallada y vigente desde el año 1994 con la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadano. Durante el Fujimorismo, se aplicó este mecanismo en 1 provincia y 60 distritos.

La Revocatoria y el regreso de la Democracia

La revocatoria es un método democrático que controla el gobierno y expresa la confianza hacia la autoridad. Este mecanismo en el regreso de la Democracia se extiende a las autoridades regionales; sin embargo, hasta ahora no se ha impulsado un proceso de revocatoria en contra de una autoridad regional. Desde el 2001, este mecanismo ha sido utilizado frecuentemente y en muchos casos se ha logrado revocar a la autoridad. A continuación, presento los siguientes cuadros (Todos de elaboración propia a partir de los datos de Infogob) para reflexionar sobre el "Boom Revocatorio":



Los procesos de Revocatoria han sido muy utilizados a nivel distrital, tal vez porque recolectar un 25% de firmas en un distrito pequeño y argumentar en contra de alguna autoridad es tarea sencilla. A nivel provincial no se repite el mismo escenario, aunque en ambos casos hay una tendencia a la alta. Si dividimos en periodos 2002-2006, 2007-2010 y 2011-2014, en el primer periodo hubo 380 distritos y 2 provincias que cuestionaron a sus autoridades, en el segundo periodo hubo 314 distritos y 3 provincias que cuestionaron a sus autoridades y en lo que va del 2011-2014 tenemos 268 distritos y 5 provincias que cuestionaron a sus autoridades.

No todos los procesos de revocatoria logran revocar a la autoridad; sin embargo al masificarse estos procesos, la tendencia al alza también se expresa en las autoridades revocadas.


Las revocatorias tienen la función de expresar la confianza (o desconfianza) de los ciudadanos a sus autoridades y de controlar el gobierno. Las revocatorias no construyen cuerpos representativos, por lo que el revocador no es elegido alcalde o regidor. Por ello, en caso de que más de 1/3 del consejo consultado sea revocado, se llevan a cabo nuevas elecciones. Los cuadros siguientes, también de elaboración propia a partir de los datos de infogob nos muestran lo siguiente:


De las 4 provincias del 2012, en una (Pisco) se convocará a nuevas elecciones culminado el proceso del 17 de marzo próximo.

Como se aprecia existe una correlación entre las revocatorias y las nuevas elecciones que cada vez son un poco más frecuentes. El Boom Revocatorio, implica también el Boom de las Nuevas Elecciones.

La Revocatoria en Lima

El Boom Revocatorio ha llegado a Lima y su bulla nos sorprende. Pues es que esta bomba de tiempo llamada representación política está en crisis. Los altos números de procesos de revocatorias y autoridades revocadas han generado un efecto disonante. Por un lado; ha fortalecido el ejercicio de los derechos de control ciudadano, lo cual es bueno porque la autoridad electa no tiene un "cheque en blanco" y es necesario controlarla. Por otro lado, evidencia nuestra crisis institucional, tanto del sistema de gobierno como del sistema de partidos. Si observamos el caso de la Revocatoria en Lima veremos lo siguiente:

Fuerza Social no es más que un actor más del circo de los partidos en el Perú, son cuatro gatos con una propuesta de trabajo sin arraigo social y sin presencia a nivel nacional como organización que dicen ser. Si ellos defienden la institucionalidad, es necesario defenderla a capa y espada y en todas sus expresiones. La institucionalidad partidaria es tan importante como la institucionalidad del gobierno. Sin partidos sólidos no hay un buen gobierno, es difícil para una organización pequeña en el poder tener respuestas inmediatas a los problemas públicos y aplicar su proyecto político. Es importante generar respuestas inmediatas porque éstas legitimarán el proceso de la política pública en el desarrollo normal de su ciclo y marcarán la agenda política. Al parecer esta organización pequeña ha dejado que le "marquen la agenda" (en la jerga de los políticos) y esto poco a poco le está costando caro a Villarán y compañía.

El poco arraigo social que tienen las organizaciones políticas ha impedido la formación de identidades políticas que atraigan a los ciudadanos por lo que la volatilidad en el electorado es muy alta. Es decir, en muchos casos, las victorias electorales son modas y Susana Villarán fue una de ellas. La estructuración del voto es cosa del pasado, no hay ni siquiera bastiones electorales (El APRA hace mucho perdió Trujillo). Esto refleja la crisis de los partidos y la poca preocupación de los políticos, que replican y son parte de este sistema podrido de partidos, en mejorar el sistema de representación peruano.

La revocatoria en Lima es una suma de errores de parte de la gestión municipal (coyuntura) y del débil sistema de representación peruano (estructura). Los revocadores no hubiesen impulsado un proceso de revocatoria sin antes hacer un cálculo político. El Sí puede ganar, puede ser una moda como Susana Villarán porque la actual estructura y diseño institucional lo permite.

Los intereses nefastos detrás de la revocatoria (no me detendré en ellos porque hay mucha información al respecto) son tan nefastos como los que están detrás de la gestión municipal actual. La campaña electoral ha demostrado ser una campaña bien diseñada (sobretodo para el NO); pero toda campaña bien diseñada es una campaña muy costosa. Los paneles y los spots televisivos de "Lima NO puede parar" han significado el gasto de sumas importantes de dinero. ¿Quién financia la campaña de Villarán? Nunca lo sabremos, tal vez los empresarios interesados en las grandes licitaciones o los ciudadanos comunes y corrientes en reuniones sociales al fiel estilo del fujimorismo (Decir que recolectamos dinero en fiestas, suena tan creíble como las polladas de la campaña de Keiko). De todos modos, no hay intención de parte de ningún bando en mostrar las cuentas claras. Esto se debe también a que la estructura y el diseño institucional lo permiten.

Razones por las que creo que los partidos intervienen en el proceso de revocación:

  • Lima es una ciudad de 8 millones de habitantes, es un espacio importante para buscar legitimidad o ejercer el poder.
  • El APRA, busca no perder presencia.
  • Solidaridad Nacional, busca la alcaldía o debilitar la gestión municipal para tener un escenario favorable en sus próximas elecciones.
  • El PPC está en defensa de sus regidores sometidos a consulta, de otro modo no estarían del lado del NO (veamos los comentarios y declaraciones de sus regidores antes del proceso de revocación).
  • Perú Posible ya ha tenido un entendimiento político con Susana Villarán, además tienen el gobierno local de VMT, escenario altamente volátil y que podría ser parte del Boom Revocatorio. Conviene generar una conciencia por el NO.
  • Somos Perú, es un partido con presencia y arraigo social en Lima, más no en provincias (El GR de Huánuco es de Somos Perú; pero éste partido no tiene local en esa región. ¡Increíble!). De todos modos, el Boom Revocatorio es una potencial amenaza para sus gobiernos locales en Lima.
  • Patria Roja, a pesar de que FS atrae a la inversión e impulsa millonarias licitaciones, no busca legitimarse en Lima, sino ejercer poder desde Lima. A pesar que está enrubado en el proyecto político del MAS, es bueno decir que Lima es de "izquierda".
  • El Fujimorismo, estará por donde corra más agua. Los gobiernos locales no son una prioridad, aunque es importante estigmatizar a la izquierda con la violencia y la inoperancia.

La Revocatoria como tal, genera escenarios polarizados, tal y como normalmente interactúa nuestro sistema fraccionado de partidos. Cada organización, con sus intereses se ha puesto en cada bando y cada quién a intentado implantar una dicotomía acorde al escenario (Ricos-pobres, blancos-cholos, ricos-nuevos ricos, decencia-corrupción, inoperancia-operancia, etc.).

De ganar el NO, las cosas seguirían como están. Se discutiría la revocatoria como mecanismo de control, se afinarían los instrumentos y se trataría de desinflar el Boom revocatorio. De ganar el SI, la crisis se agudizaría y tal vez forme parte de la agenda repensar nuestro sistema de representación. El Boom Revocatorio, después de todo no es una casualidad, es el reflejo de la crisis institucional de nuestro país.

Hay muchas cosas más de las que me gustaría escribir; pero creo que por el momento es sucificiente.
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