Durante estos dias hemos escuchado una serie de declaraciones sobre la denominada "concentración de medios" sobre el Grupo El Comercio. Que para nuestra estéril opinión es cierta. El Grupo El Comercio ha trabajado sin duda en los distintos rubros como la telvisión y, desde siempre, en la prensa escrita siendo líderes indiscutibles en el negocio.
En agosto de este año se anunció la compra del grupo Epensa por parte del grupo El Comercio, con ello se había derrotado al grupo La República que quería también comprar a Epensa. El problema surge cuando los líderes de opinión, encabezados por los Mohme y su ejército de opinólogos (muchos de ellos expulsados del Grupo El Comercio), iniciaron su lucha legal en contra de la denominada "concentración de medios"; es decir, denunciaron la generación de un posible monopolio.
Se dice que El Comercio (entiendase el Grupo) concentra al 80% de los medios de comunicación. No falta razón, pues tienen canales de televisión (Canal N, América TV, ¿Fusión?), periódicos (Perú 21., El Comercio, Trome...) y revistas (Hola, Ruedas...). El Comercio tiene una experiencia exitosa en el medio. Pero, ¿qué tanto chilla La República y sus comensales?
El Grupo La República cuenta con tres medios impresos: La República, Líbero y El Popular; es decir, compite en el mercado en este espacio; específicamente en periódicos, aunque también cuenta con medios virtuales.
Si se trata de periódicos, aquellos que encontramos en la calle, en el quiosco o en pleno tráfico, tenemos un sinnúmero de posibilidades de informarnos sobre nuestras preferencias como consumidores. Presento el siguiente cuadro para ilustrarnos un poco:
Los periódicos con asterisco (*) son especiales, Publimetro es gratis y El Comercio es el de mayor costo en el mercado. El resto de periódicos cuenta con una competencia directa: El Trome, de El Comercio, compite con El Popular, de La República, y con Ojo, de Epensa. Es decir, sí se cuenta con diversos canales de información a los que el consumidor puede acceder. Existen otros diarios que no cuentan con competencia alguna como Gestión que es único en el mercado, o como Publimetro que es el único de distribución gratuita como se había mencionado.
Si realizamos otra corta aproximación en porcentajes sobre cuántos periódicos tiene cada grupo, podemos ver lo siguiente:
Dicho cuadro se ha realizado obviando los periódicos locales (como La Industria en Trujillo) y los diarios (Como Ruedas y Tuercas, Soho, Magaly, Gisela, por ejemplo). Como se ha apreciado en el primer cuadro, existe un número de posibilidades de informarse conforme a nuestras preferencias (Políticas, populares y deportivas). Lo que sucede es que el Grupo El Comercio tiene un producto muy diversificado y compite en todo espacio; por ello cuenta con el 48% de este tipo de medios impresos. Ahora, La República hubiese llegado al 33% si compraba Epensa superando el 29% que tenía El Comercio; es decir han perdido la oportunidad de ser los primeros en el mercado. En fin, es pura competencia.
El Comercio compite en televisión con RPPtv, ATV +, Frecuencia Latina, entre otros. Prevalece la competencia (leal). En Radio no compite. Dichos medios son limitados por el número de frecuencias existentes y potencialmente se puede generar una concentración; pero en medios impresos no existe límite alguno, por lo que siempre existirá la posibilidad de comprarle a algún proveedor distinto de El Comercio. Estas posibilidades aumentan en la internet en donde cualquier bloggero puede presentar la noticia y opinar. Con la compra de Epensa por parte de El Comercio no se está dañando la libertad de expresión, ni la libertad de empresa (Epensa no está obligada a venderse a La República para evitar la "concentración de medios"). Estamos hablando de una transacción normal; pero con actores políticos interesados.
La Constitución no permite la generación de monopolios y existen normas de desarrollo constitucional, por los cuales este tema debe ser tratado aplicando los procedimientos necesarios en Indecopi y en las instancias correspondientes del Poder Judicial. Dicha medida es sana, legal y democrática; pero que el gobierno de turno (con sus parlamentarios cómplices en reformas obsoletas y encubrimiento de sus alcohólicos aliados) no puede inmiscuirse. Perú no es Ecuador, Argentina ni Venezuela, ni tampoco Humala tiene los pantalones de Correa y los fanáticos chavistas.
