¿Casualidad o Conspiración?

En las últimas semanas hemos sido testigos de las diversas denuncias difundidas en los medios de comunicación que ponen en la palestra a los "presidenciables" García, Toledo y Acuña. Cada uno con su tema ha tratado de soslayar el escándalo a través de la victimización o a través de frases sacadas del baúl de Risas y Salsas.

Alan García ha sido quien está manejando mejor el escenario. García sabe claramente que los escándalos políticos no duran mucho tiempo y sabe que está en una posición privilegiada para golpear al actual gobierno y marcar agenda. La "reelección conyugal" es de autoría de García y ha aprovechado la situación problemática de Venezuela para alzar una postura de demócrata intachable. Ha asistido en dos oportunidades a la Megacomisión y sus parlamentarios han jugado una labor importante en la defensa de su líder. Sin duda parece a veces que el gobierno juega para García.


Alejandro Toledo ha pecado por no ser directo y claro en su mensaje. Toledo se ha quedado encerrado en sus propias mentiras y ante el acorralamiento ha cedido una intervención en el Congreso. Se ha victimizado de una manera impresionante ("Alejandro Toledo podrá tener errores; pero jamás será corrupto.") Diga lo que se diga, Toledo está más golpeado que nunca por su posición disonante frente al actual gobierno. Si aplicamos una lógica sistémica de código binario "o eres gobierno o eres oposición". La coalición no le conviene.

César Acuña ha demostrado ser un novato en política y tratar de cogernos como tontos. Admitir que en los audios se estaba hablando de fondos públicos ("vamos a tener más plata") y luego declarar en una entrevista que la frase en realidad era: "vamos a tener más plata... para hacer más obras"; sólo demuestra su falta de olfato político y subestimación a los ciudadanos. Más vale no salir a los medios o en todo caso responder (como hacen muchos): "Responderé ante la justicia como corresponde; creo que este no es el medio pertinente para explicar y el que no la debe no la teme". Los escándalos políticos duran poco y su tiempo de vida suele ser corto. Otro grave error es disparar en contra del APRA, decir que el APRA está detrás de todo esto le genera más espacio al APRA para contestar y de pasada marcar la agenda mediática.

Lo curioso es que justo se están golpeando a todos los "presidenciables". La pregunta es: ¿todo esto es simple casualidad o es una conspiración del gobierno? Que el gobierno haya aumentado el presupuesto en inteliciencia (La DINI... la "NADINI") ha generado muchas suspicacias y muchos apuestan por teorías de la conspiración. Si es casualidad no hay preguntas; pero si es una conspiración entonces nos debemos preguntar: ¿para qué? ¿para generar un clima desfavorable a la clase política e implementar un autoritarismo o simplemente para pasar piola y que nadie haga grandes cuestionamientos al gobierno? ¿o para preparar el camino a Nadine Heredia?
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